Copando el Mundial



Por una vez que me voy del país, van y la lian.

Anoche en Buenos Aires también se vivió el triunfo, y de qué manera. Cuando Iniesta marcó el gol, aquí en casa hicimos "la croqueta". Después de ver la entrega de la copa, nos fuimos directos al Obelisco, donde usurpamos el territorio porteño mítico de celebración futbolera, una invasión en toda regla. Los argentinos tampoco perdieron el tiempo para sacar provecho del asunto, empezamos a ver vendedores de banderas españolas en cada esquina. Otros se camuflaban entre el festejo hinchando al más puro estilo argentino los cantos típicos españoles (todo sea por la fiesta y arrimarse a las españolas, más bien esto último).

Un grupo de gente cantaba algo así como "Barcelona también es España". No me quiero ni imaginar qué hubiera pasado si lo hubieran dicho cerca de algunas personas que conozco, temblaba hasta el pulpo.

Vimos gaiteros y hasta un Manolo el del Bombo, pero de cuarta. Pobre, al menos le ponía intención. Ah, y fui la única que llevó una bandera del Barça. Seguro que los catalanes estaban en la Font de Canaletes de Bs.As.

Cuando llegué a casa, me enteré a través de Facebook de esto (no lo emitieron por la tv aquí o al menos no llegamos a verlo):



La Carbonero es la única que ficha a Iker como goleador.

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