Los boliches (discotecas) es el lugar preferido del 'Buscaminas', descrito en un post anterior.
En algunos locales las mujeres entran gratis hasta cierta hora de la madrugada, aunque lo normal es pagar unos 20 pesos (4euros aprox) por persona, consumición incluída.
Este fin de semana pude hacer un primer análisis de la noche porteña, zona Palermo Hollywood, cuyas conclusiones han sido las siguientes:
1. Si eres mujer, prepárate para sentirte acosada durante TODA la noche. No importa lo fea, acnéica o cualquier otro defecto que tengas, recuerda que el Buscaminas siempre estará ahí para 'cogerte' de la mano, piropearte y si es de esa clase de argentino tímido (en vías de extinción), seguramente te echará alguna que otra mirada.
2. En esta ciudad se han tomado muy en serio el ahorro de energía, vamos, que no encienden el aire acondicionado. Si sacas un abanico para aliviar el efecto 'camiseta mojada', te miran raro, como si fuersa una Señora menopáusica (que también). Finalmente se burlarán de tí. En Barcelona curiosamente surge el efecto contrario, sacas un abanico y te salen amigos por todas partes.
3. Los guiris se desfasan mucho. Hay mucho norteamericano (al menos donde yo estuve).
4. El 'chamullo' (ligoteo oral) argentino es algo descomunal. El chamullero es rápido en el diálogo y parece sacar las frases de algún manual o directamente roba versos de algún poeta del Romanticismo inglés.
5. El Buscaminas tiene un lenguaje propio. En cuanto ve a una mujer, abre su repertorio básico comunicativo, tales como:
"¡EPA!"
"¡ESA!"
"¡AH, NOOO!"
Suelen acabar con un: "¡Pará! ¡Me Mataste!"
Me he propuesto explorar garitos de diferentes ambientes. Veremos qué diferencias surgen.
Es bastante probable que en breve tenga que asistir a un boliche de reguetón o cumbia. Va a ser duro, pero me lo tomo como trabajo de investigación.
Eso sí, en cuanto pueda, me escapo por The Roxy (lo más parecido musicalmente al Razz/La[2].
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