En cualquier bar de la ciudad (al menos esa es mi experiencia), al pedir un café, por muy pequeño que sea (no es el caso de la fotografía), siempre te servirán un aperitivo extra (y gratis) acompañando la bebida. Normalmente son galletitas ('masitas'), un mini alfajor o brownie. Si tienes suerte, también te pondrán un vasito de zumo de naranja exprimido natural o agua (con o sin gas, que aquí son fanáticos de la soda).
Nunca hará falta que pidas azúcar o edulcorante. Siempre tendrás en la mesa una cajita llena de sobres para endulzar a tu gusto.
Aquí la gente va con la calmísima. Se van al bar a desayunar, leen el Clarín (y sus suplementos culturales),y pueden quedarse durante horas en ese estado 'zen'. Ah y casi todos los hombres mayores ('Señores' en versión Facebook) parecen psicoterapeutas.
Muchos se llevan el portátil al bar, esto ya parece NY según la zona en la que te encuentres. Incluso estando en una terraza (hay que tener valor).
Cartelito de un bar, con su típica tipografía que si vienen a este país, la verán por todas partes.
Otro cartel en el mismo bar. Hay prohibiciones que nunca caducan.
Esto no viene a cuento (bueno, estaba en la pared al lado de un bar), pero mola un montón.
Comentarios